La Embajada de Estados Unidos en París tuteló, inspiró, diseñó y consiguió que se aprobase Hadopi
La Embajada de Estados Unidos en París, como la de Madrid, fue el centro de operaciones (y conspiraciones) de los partidarios de cerrar webs “piratas” en base al concepto que del término pirata tienen los dueños y señores del tinglado industrial que financia generosamente al viejo Partido Demócrata y ya veremos si algunos más, según un sapo travieso amigo de Dan Glicksman que salta en una charca de Londres en la que flotaba ayer una hojita con las claves de WikiLeaks.
Vamos con Hadopi después de esta simpática presentación, ya perdonarán pero hay nuevos lectores a los que es mejor dar alguna clave sobre lo que vendrá, pero aún no se puede contar. Hadopi, esa ley Made in USA 100%, en lo que ya parece una franquicia de leyes contra Internet. Con políticos (y ojo a los altos funcionarios) haciendo de reponedores, “cambia esto y pon lo otro no se enfade el embajador”. Un filántropo que cocina el menú que le preparan en Washington.
Para algunos románticos es más doloroso lo de Francia pues pensaban que la vecina republicana era más independiente o celosa de su identidad. Pasen y vean una historia “asombrosa” como dice Le Monde. Una historia viva, eso es lo peor, por la que no es fácil pasar sin sentir bochorno. La oficina Hadopi estaba en casa del embajador.
La embajada maniobraba y tutelaba el trámite partlamentario, gestionaba la estrategia, sustantiva de cambios formales pero nunca de fondo y como denuncia Le Monde, periódico salvado de PRISA&Sarkozy por nuestro amigo Xavier Niel, hasta se permitía, Santos Inocentes, despreciar al capataz.: los politicastros que no se enteran y lo hacen todo mal. Encima.
Todo el proyecto de ley fue controlado por la embajada pero además con malas pulgas, por ejemplo se tilda la conducta de los diputados franceses, por lo tanto de la Asamblea de pueblo pero sin el pueblo de “teatro del absurdo”. Es entonces, ya cansados de la inoperancia secular de la clase política de los 80 a aquí, cuando se entra en acción al estilo USA. Se trabaja al topo. El elegido es un asesor jurídico del Ministro de Cultura que les explica como Van Damme, la mejor ruta para sacar adelante el proyecto. El topo jurídico les trata de tranquilizar: Ganaremos. Acertó. Como en España.
La Embajada de París como imaginará el lector trabaja con la MPAA (Motion Picture Association of America) y la RIA (Recording Industry Association) tan estrechamente que es difícil no confundirse y pensar que estamos en sus sedes. Esto es un tinglado, señores. Esto no puede ser la embajada de un gobierno soberano. Esto es Hollywood y las multinacionales discográficas. El embajador pasaba por allí.
Estas dos “asociaciones” dejan claro que la aprobación de Hadopi y su evolución es una “prioridad muy importante” ya que debe servir de ejemplo de lo que tiene que hacerse con otros países europeos. Los americanos comienzan a elogiar a los políticos, las cosas como en España se van arreglando. El burrito ya anda. Por ejemplo, les encanta como prospera la creación de una tarjeta subvencionada para animar a los jóvenes a “descargar legalmente” de determinados sitios, los portales de Olcese parecen. Un sistema que beneficia principalmente a los productores de EE.UU. y distribuidores, explica Le Monde.
Los diplomáticos de Bush (luego de Biden) se muestran optimistas porque el Plan está en muy buenas manos. El ministro de Cultura, el turista sexual amigo de Sinde, sobrino de Mitterrand, ha nombrado a Patrick Zelnik, productor de Carla Bruni. Paren las máquinas… tragaperras. Vaya tropa. Mira que lo contamos.
Por su parte la BSA (Business Software Alliance) pide derogar el artículo 15 que se ha colado procedente de anterior ley (Création et Internet) y aprobada en 2006 . La BSA, los favoritos de Sebastián, está analizando las posibles repercusiones de un artículo que requiere el código fuente de los DRM.
Los ejecutivos de la BSA explican en sede diplomática a las autoridades francesas que entregar el código fuente es como contar sus secretos. Los franceses relativizan el problema: “el artículo 15 nunca se aplicará, pero eliminarlo nos puede ocasionar problemas con algunos parlamentarios que hemos convencido para apoyar Hadopi”. Los necesitamos.
Al final, una vez publicada la ley, el artículo 15 – el que nunca se aplicará- reduce, además, su ámbito de aplicación. Los editores no deben entregar el código fuente de forma sistemática. Además los topos les tranquilizan. La información procede de sus hombres en el Ministerio de Cultura y el de Economía Digital (mujer), así como el secretario general de una alta autorité administrative indépendante. Fíjate si será independiente que trabaja para el gobierno y además de un país que no es el suyo. Por su puesto es Chevalier de la Légion d’Honneur and Commandeur des Arts et Lettres.
“Señor embajador, el texto es muy vago sobre las modalidades y aplicaciones lo que nos permitirá hacer que la medida languidezca. Ahora lo importante es contar con los votos de esos parlamentarios para sacar adelante Hadopi”. El redactor de Le Monde que ha buceado en los cables de WikiLeaks con alguna referencia a Hadopi ya ha comenzado a sonrojarse. Es lo que tiene pasar la tarde leyendo cables…
“Cuando la ley Hadopi es finalmente promulgada lo diplomáticos de EE.UU. se felicitan de haber conseguido en Francia un arsenal represivo más duro que en los Estados Unidos”. Aquí el redactor es posible que salga directo al servicio. Vómito y descanso. Pero ojo que viene la última curva y en la señal anuncian España. Yves Eudes, el redactor de Le Monde, que está buceando en los clasificados de WikiLeaks sobre la materia, nos cuenta:
El caso es que la ministra y el ministro le anunciaron al embajador que están decididos a actuar contra la piratería, pero se aplicará un “modelo español, más democrático que la ley francesa”. Consistirá en bloquear los sitios de descargas ilegales, sin atacar a los usuarios que piratean a pequeña escala. Los americanos lo ven como un primer paso, pero mantendrán la presión para inducir a España a proponer medidas más represivas.
Hasta aquí el el “reportaje” con la ayuda de Le Monde, WikiLeaks y quizás, sobre todo del soldado Manning (no te olvides de él). Sobre el relato que hace el prestigioso periódico francés de las presiones de EE.UU en España, bien se puede añadir vía WikiLeaks también que tres meses después es la propia ministra de Cultura quien reconoce abiertamente al embajador que este primer paso (la actual ley) es eso, un primer paso.
Todavía no ha finalizado su trámite parlamentario y ya están valorando la posibilidad “por las presiones de la industria” (href=“http://www.nacionred.com/lobbies-pi/aldo-olcese-el-hombre-que-hace-bueno-a-teddy-bautista”>Olcese plus) y EE.UU de tener que endurecer la legislación.
En eso trabajan los del lobby. Incluso con algún “usuario” de pega como florero legitimador.
Sigue la pista de las subvenciones y de las transferencias a los nacionalistas. Esto es una vergüenza nacional. En la nación España, en la nació Catalunya, en Euskal Herria, en la France y en lo que nos une: la Nación Red.
Vía | Le Monde
Foto | tobiwei
in http://www.nacionred.com
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Todo el proyecto de ley fue controlado por la embajada pero además con malas pulgas, por ejemplo se tilda la conducta de los diputados franceses, por lo tanto de la Asamblea de pueblo pero sin el pueblo de “teatro del absurdo”. Es entonces, ya cansados de la inoperancia secular de la clase política de los 80 a aquí, cuando se entra en acción al estilo USA. Se trabaja al topo. El elegido es un asesor jurídico del Ministro de Cultura que les explica como Van Damme, la mejor ruta para sacar adelante el proyecto. El topo jurídico les trata de tranquilizar: Ganaremos. Acertó. Como en España.
La Embajada de París como imaginará el lector trabaja con la MPAA (Motion Picture Association of America) y la RIA (Recording Industry Association) tan estrechamente que es difícil no confundirse y pensar que estamos en sus sedes. Esto es un tinglado, señores. Esto no puede ser la embajada de un gobierno soberano. Esto es Hollywood y las multinacionales discográficas. El embajador pasaba por allí.
Estas dos “asociaciones” dejan claro que la aprobación de Hadopi y su evolución es una “prioridad muy importante” ya que debe servir de ejemplo de lo que tiene que hacerse con otros países europeos. Los americanos comienzan a elogiar a los políticos, las cosas como en España se van arreglando. El burrito ya anda. Por ejemplo, les encanta como prospera la creación de una tarjeta subvencionada para animar a los jóvenes a “descargar legalmente” de determinados sitios, los portales de Olcese parecen. Un sistema que beneficia principalmente a los productores de EE.UU. y distribuidores, explica Le Monde.
Los diplomáticos de Bush (luego de Biden) se muestran optimistas porque el Plan está en muy buenas manos. El ministro de Cultura, el turista sexual amigo de Sinde, sobrino de Mitterrand, ha nombrado a Patrick Zelnik, productor de Carla Bruni. Paren las máquinas… tragaperras. Vaya tropa. Mira que lo contamos.
Por su parte la BSA (Business Software Alliance) pide derogar el artículo 15 que se ha colado procedente de anterior ley (Création et Internet) y aprobada en 2006 . La BSA, los favoritos de Sebastián, está analizando las posibles repercusiones de un artículo que requiere el código fuente de los DRM.
Los ejecutivos de la BSA explican en sede diplomática a las autoridades francesas que entregar el código fuente es como contar sus secretos. Los franceses relativizan el problema: “el artículo 15 nunca se aplicará, pero eliminarlo nos puede ocasionar problemas con algunos parlamentarios que hemos convencido para apoyar Hadopi”. Los necesitamos.
Al final, una vez publicada la ley, el artículo 15 – el que nunca se aplicará- reduce, además, su ámbito de aplicación. Los editores no deben entregar el código fuente de forma sistemática. Además los topos les tranquilizan. La información procede de sus hombres en el Ministerio de Cultura y el de Economía Digital (mujer), así como el secretario general de una alta autorité administrative indépendante. Fíjate si será independiente que trabaja para el gobierno y además de un país que no es el suyo. Por su puesto es Chevalier de la Légion d’Honneur and Commandeur des Arts et Lettres.
“Señor embajador, el texto es muy vago sobre las modalidades y aplicaciones lo que nos permitirá hacer que la medida languidezca. Ahora lo importante es contar con los votos de esos parlamentarios para sacar adelante Hadopi”. El redactor de Le Monde que ha buceado en los cables de WikiLeaks con alguna referencia a Hadopi ya ha comenzado a sonrojarse. Es lo que tiene pasar la tarde leyendo cables…
“Cuando la ley Hadopi es finalmente promulgada lo diplomáticos de EE.UU. se felicitan de haber conseguido en Francia un arsenal represivo más duro que en los Estados Unidos”. Aquí el redactor es posible que salga directo al servicio. Vómito y descanso. Pero ojo que viene la última curva y en la señal anuncian España. Yves Eudes, el redactor de Le Monde, que está buceando en los clasificados de WikiLeaks sobre la materia, nos cuenta:
Paralelamente, la embajada de los Estados Unidos en Madrid le había presentado el proyecto francés al gobierno español para inducirlo a inspirarse en el mismo. La presión de los Estados Unidos sobre España es permanente, porque las asociaciones profesionales del show business afirman, apoyan, que es el país de Europa dónde la piratería es la mayor.“Sin embargo, los estadounidenses están luchando para imponer sus puntos de vista a los españoles. En octubre de 2009 durante una reunión en la Cámara Americana de Comercio de Madrid, un “secrétaire d’Etat” del Ministerio de Cultura español, niega las acusaciones de EE.UU., que califica de “leyendas urbanas”. Salta la alarma, pero, sigue el redactor de Le Monde:
El contraataque está listo: el Secretario de Estado es invitado a Washington para reunirse con representantes de la industria de la música y el cine. A su regreso parece más abierto a las sugerencias de EE.UU.Al mismo tiempo, el CEO de Hollywood, Dan Glicksman, filántropo y buen amigo del actual embajador, llega a Madrid y lo primero que hace es reunirse con Sinde y Sebastián. Por cierto, atentos al cable que viene de Mr. Miguel Tasa Google y BSA. No nos despistemos, todo llegará.
El caso es que la ministra y el ministro le anunciaron al embajador que están decididos a actuar contra la piratería, pero se aplicará un “modelo español, más democrático que la ley francesa”. Consistirá en bloquear los sitios de descargas ilegales, sin atacar a los usuarios que piratean a pequeña escala. Los americanos lo ven como un primer paso, pero mantendrán la presión para inducir a España a proponer medidas más represivas.
Hasta aquí el el “reportaje” con la ayuda de Le Monde, WikiLeaks y quizás, sobre todo del soldado Manning (no te olvides de él). Sobre el relato que hace el prestigioso periódico francés de las presiones de EE.UU en España, bien se puede añadir vía WikiLeaks también que tres meses después es la propia ministra de Cultura quien reconoce abiertamente al embajador que este primer paso (la actual ley) es eso, un primer paso.
Todavía no ha finalizado su trámite parlamentario y ya están valorando la posibilidad “por las presiones de la industria” (href=“http://www.nacionred.com/lobbies-pi/aldo-olcese-el-hombre-que-hace-bueno-a-teddy-bautista”>Olcese plus) y EE.UU de tener que endurecer la legislación.
En eso trabajan los del lobby. Incluso con algún “usuario” de pega como florero legitimador.
Sigue la pista de las subvenciones y de las transferencias a los nacionalistas. Esto es una vergüenza nacional. En la nación España, en la nació Catalunya, en Euskal Herria, en la France y en lo que nos une: la Nación Red.
Vía | Le Monde
Foto | tobiwei
in http://www.nacionred.com
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